jueves, 7 de enero de 2010

El Infinito poder de la esperanza


Elder Jeffrey R. Holland

“Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”1. Sean ustedes miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o personas de entre las decenas de millares que nos escuchan y que no son de nuestra fe, me dirijo a los que se enfrentan con pruebas personales y dificultades familiares, a aquellos que se enfrentan con conflictos que se entablan en las solitarias trincheras del corazón, a aquellos que tratan de detener las marejadas de la desesperación que a veces nos abruman como si fueran un maremoto del alma. Deseo dirigir mis palabras en particular a ustedes que piensan que su vida está destrozada, y que, al parecer, no tiene reparación.

La esperanza en Dios, en Su bondad y en Su poder nos renueva con valor durante desafíos difíciles.

Dieter F. Uchtdorf, apóstol de la Iglesia de Jesucristo, comparte la forma en que la esperanza nos anima e inspira a confiar en el cuidado amoroso de nuestro Padre Celestial y de Su Hijo Jesucristo.

"Junto con Nefi, declaro: “[seguid] adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por todos los hombres… deleitándoos en la palabra de Cristo, y [si perseveráis] hasta el fin, he aquí, así dice el Padre: Tendréis la vida eterna”

Ésta es la calidad de esperanza que debemos atesorar y cultivar; esa esperanza madura viene por medio de nuestro Salvador Jesucristo porque “todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”

Que estes año pueda ser mejor para todos....... solo deben tener la esperanza, esperanza de un tiempo mejor, confiando en dios, por que el les guiara...... y les ayudara a enfretar todas esas cragas que nos brinda este mundo...... Seamos fuertes como cristo en soportar todo tipo de aflicciones ya que despues de ellas vendran bendiciones........................

testifico del amor del padre hacia nosotros......... en el nombre de jesucristo... amén.